Desde siempre he sentido una fascinación natural por la luz, el color y el detalle.

Esa atracción me llevó en 1986 a estudiar Gemología en el prestigioso
GIA (Gemological Institute of America)
en Nueva York, un punto de inflexión que marcó el inicio de un largo camino
de exploración entre las gemas y la creatividad.

_ La luz como joya _

Mi vínculo con las joyas nació desde ese primer contacto con las gemas. Comencé diseñando piezas a título personal, para amigos, familiares y, poco a poco, para otras marcas.

El diseño de joyas siempre fue un canal íntimo de expresión, hasta que cristalizó profesionalmente con la creación de colecciones propias bajo la firma Litta Fiore.

En cada diseño perseguía la armonía de la luz atrapada en una forma, una energía que pudiera llevarse puesta, que acompañara.

"En el arte conviven la precisión del detalle, la delicadeza del color, y ese deseo incesante de capturar lo intangible: la luz, la emoción, la libertad."

_ Las joyas y el arte _

A lo largo del tiempo entendí que el arte y las joyas comparten un mismo lenguaje: creatividad, diseño, elegancia y exclusividad.

Ambos mundos nacen del deseo de expresar belleza y emoción a través de los materiales.

Tanto una obra como una joya son objetos únicos, con alma, capaces de generar una conexión profunda con quien los contempla o los lleva. En ambos casos, lo estético se une con lo simbólico.

Después de 25 años al frente de
Citytime
y con una vida construida entre sensibilidad estética y espíritu
emprendedor, llegó el 2020. Un año suspendido en el tiempo,
que nos despojó de certezas y nos enfrentó a lo esencial.

En pleno confinamiento encontré una nueva forma de canalizar esa energía: el arte contemporáneo.
Comencé a crear obras que, como los diamantes, refractan luz, transmiten fuerza y hablan de libertad.

Trabajando con cristal dicroico incrustado en madera lacada, desarrollé una técnica que me permitió seguir explorando mi obsesión por la luz y el reflejo.

Estas obras, llenas de matices cambiantes según la iluminación al igual que las joyas, recogen esa misma búsqueda de belleza luminosa que me atrajo a las gemas hace ya décadas.

Son composiciones que no solo brillan, sino que transmiten energía positiva, movimiento y una invitación a mirar con otros ojos. Mi arte es una extensión
natural
de mi experiencia como gemóloga y diseñadora.